Historia y cultura:
Liechtenstein es un pequeño país situado entre Suiza y Austria, en el corazón de los Alpes. Es un principado que ha mantenido un fuerte vínculo entre tradición y modernidad. Sus pueblos conservan el encanto de la montaña, con casas de madera e iglesias pintorescas, mientras que Vaduz, la capital, refleja una identidad cultural elegante y discreta. El país se caracteriza por un profundo apego a la naturaleza, la vida de montaña y un ritmo de vida tranquilo. Sus habitantes dan gran importancia a la familia, las fiestas locales y la preservación de su patrimonio.
Gastronomía tradicional y opciones sin gluten:
La gastronomía de Liechtenstein comparte similitudes con la cocina alpina suiza y austriaca, caracterizada por platos sencillos y nutritivos que se adaptan a las estaciones. Entre sus especialidades destacan los Käsknöpfle , una pasta pequeña rellena de queso, que a menudo se sirve con cebollitas doradas. Para una versión sin gluten, basta con sustituir la harina de trigo por harina de trigo sarraceno o una mezcla sin gluten. En Liechtenstein también abundan las sopas, los guisos y los platos contundentes elaborados con patatas y quesos locales. Cada vez es más frecuente encontrar restaurantes que ofrecen opciones sin gluten, sobre todo en las estaciones de montaña, donde la demanda es alta. No dude en pedir « glutenfrei » (sin gluten): el término es ampliamente conocido y respetado.
Atracciones imprescindibles:
Una visita al Castillo de Vaduz , residencia del príncipe, es un poderoso símbolo del país. Aunque el interior no está abierto al público, sus jardines y las vistas al valle son imperdibles. Los amantes de la naturaleza disfrutarán de las rutas de senderismo de Triesenberg o de las vistas panorámicas desde Malbun , un pueblo de montaña ideal para actividades al aire libre. Los museos de arte e historia de Vaduz ofrecen una rica perspectiva del patrimonio local. Finalmente, para una experiencia verdaderamente inmersiva, explorar pequeños pueblos como Balzers o Schellenberg permite descubrir la vida local, lejos de las típicas rutas turísticas.

