Los rebozuelos están muy presentes en el hemisferio norte. El pastel de rebozuelos sueco es una especialidad culinaria tradicional que combina la delicadeza de los rebozuelos con una masa crujiente y ligera. Esta receta sin gluten te permite disfrutar plenamente de la riqueza de estas setas silvestres, respetando las intolerancias alimentarias. Perfectamente cremosa, esta tarta es ideal como entrante o plato principal, acompañada de una ensalada verde. A continuación te explicamos cómo preparar esta tarta gourmet sin gluten, inspirada en la tradición sueca.
Ingredientes
Preparación
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Prepara la masa sin gluten como la de la receta aquí :
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Formar una bola, envolver en film transparente y dejar reposar en el frigorífico durante 30 minutos.
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Precalienta el horno: Precalienta tu horno a 180°C (350°F).
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Preparar los rebozuelos:
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Limpiar los rebozuelos frotándolos suavemente con un paño húmedo para eliminar las impurezas. Evite remojarlos en agua. Cortar los más grandes en trozos y dejar los más pequeños enteros.
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Cocinar los rebozuelos: En una sartén derretir la mantequilla a fuego medio y sofreír la cebolla picada hasta que esté transparente. Añade el ajo picado y sofríe unos minutos. Luego añade los rebozuelos y cocina hasta que suelten el agua; retira el agua y termina de cocinar los rebozuelos hasta que estén dorados. Sazona con sal, pimienta y una pizca de nuez moscada. Reservar.
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Preparar el relleno: En un bol batir los huevos con la crema fresca. Añadimos el queso rallado e incorporamos los rebozuelos salteados. Mezclar bien y ajustar la sazón si es necesario.
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Estirar la masa y decorar: Sacar la masa del frigorífico y extenderla entre 2 film transparente. Forrar un molde para tarta con la masa y luego pinchar el fondo con un tenedor. Vierta la mezcla de rebozuelos sobre la masa.
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Hornear el pastel: Coloque el pastel en el horno precalentado y hornee durante unos 25 a 30 minutos, o hasta que el relleno esté dorado y la masa esté bien cocida.
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Servir: Espolvorea la tarta con perejil fresco picado antes de servir. Esta tarta de rebozuelos está deliciosa caliente, templada o incluso fría.
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