Los rollitos salados son perfectos para una comida ligera o un aperitivo casero. Nos encantaron tanto que hice uno, luego dos, luego tres, con diferentes verduras y bonitos colores. Esta versión sin gluten lleva maicena y combina a la perfección el calabacín y el salmón ahumado. La receta es sencilla de preparar y no requiere ingredientes complicados. El rollito conserva una textura suave que se corta fácilmente. Sírvelo como entrante con una ensalada verde. Este plato se puede conservar refrigerado y preparar con antelación. Las coloridas rebanadas crean una presentación preciosa. Es una alternativa saludable a los clásicos pasteles salados. Pruébalo en una cena o en un picnic. Tendrás un plato delicioso, sencillo y sin gluten. También puedes probar el rollito de zanahoria o el rollito de pimiento.
Ingredientes
Preparación
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Precalienta el horno a 180°C.
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Rallamos los calabacines y los pochamos en un poco de aceite de oliva durante unos diez minutos.
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En un bol batimos las yemas con la harina, dos cucharadas de nata, el calabacín rallado cocido, la sal y la pimienta.
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Batir las claras a punto de nieve. Incorporarlas suavemente a la mezcla.
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Extiende la mezcla sobre una bandeja para hornear rectangular forrada con papel de hornear.
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Hornee durante unos quince minutos; la base debe quedar suave y dorada. Luego, desmolde el bizcocho sobre un paño de cocina y envuélvalo en el bizcocho para que cuaje.
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Déjalo enfriar.
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Mezclar el queso con 2 cucharadas de crema y distribuir uniformemente sobre el bizcocho extendido.
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Añade las rodajas de salmón ahumado.
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Enrollar bien con el paño, tapar con film transparente y refrigerar durante 1 hora.
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Cortar en rodajas y servir frío.