El gratinado Christophine es un plato tradicional de las Indias Occidentales apreciado por su sencillez. También conocida como chayote o chouchou, la cristófina es una verdura versátil y naturalmente libre de gluten, ideal para acompañar carnes, pescados o incluso disfrutarla sola. ¡Descubre esta receta típica de la cocina antillana, fácil de hacer y 100% sin gluten!
Ingredientes
Preparación
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Preparar las cristófinas: Pelar las cristófinas con agua fría, cortarlas por la mitad y quitarles el corazón. Cocínelos en agua hirviendo con sal durante 20 minutos hasta que estén tiernos. Escurrirlas y dejarlas enfriar.
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Centro y puré: Una vez enfriados, pelar las cristófinas. Triture la pulpa en un bol con un tenedor para obtener un puré.
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Saltear la cebolla y el ajo: Calienta el aceite de oliva en una sartén a fuego medio. Agrega la cebolla finamente picada y el ajo machacado, luego sofríe hasta que esté transparente. Agrega el puré Christophine a la sartén.
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Preparar la bechamel sin gluten: En un cazo pequeño calentar a fuego lento 200 ml de leche y 15 g de mantequilla. En un bol diluimos 20 g de maicena en un poco de agua fría. Agrega esta mezcla a la leche caliente mientras revuelves constantemente para evitar grumos. Continúe revolviendo hasta que la salsa espese. Sazone con sal, pimienta, una pizca de nuez moscada y tomillo.
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Mezclar la bechamel con el puré Christophine: Verter la bechamel sobre el puré Christophine y mezclar bien. Déjalo hervir a fuego lento unos minutos para que se combinen los sabores.
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Armar el gratinado: Precalienta el horno a 180°C (350°F). Llena un molde para gratinar con la mezcla. Espolvorea con queso rallado y, si lo deseas, añade pan rallado sin gluten para conseguir un efecto crujiente.
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Hornear: Hornee por 20 minutos o hasta que la parte superior esté dorada. Si es necesario, colócalos debajo del grill durante unos minutos para obtener una corteza dorada uniforme.
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Servir: Retirar el gratinado del horno y servirlo, como guarnición o como plato principal.
Nota
Para una presentación más original, puedes conservar la cáscara de las cristófinas ahuecandolas con delicadeza, para poder rellenarlas con gratinado y dorarlas en el horno.