La tarta de manzana invisible es una receta ligera, deliciosa y llena de sabor. Su particularidad reside en su textura: rodajas de manzana casi derretidas en una masa ligera, creando un equilibrio perfecto entre fruta y tarta. La versión que te ofrezco no contiene gluten pero te permite disfrutar de un postre ligero y delicioso. Es sano y equilibrado, ideal para la merienda de los niños.
Ingredientes
Preparación
-
Precalentar el horno: Precalienta tu horno a 180°C (punto 6). Enmanteca ligeramente un molde rectangular o redondo, o utiliza un molde de silicona. Yo usé un molde redondo de 25 cm de diámetro, pero puedes usar un molde más pequeño para conseguir un bizcocho más grueso.
-
Prepara las manzanas: Pela las manzanas, quítales el corazón y córtalas en tiras finas (lo ideal es utilizar una mandolina de tu robot para obtener rodajas regulares y muy finas).
-
Hacer la masa: Derretir la mantequilla. En una ensaladera batir los huevos con el azúcar hasta que estén espumosos. Agregue la leche, la mantequilla derretida y la vainilla líquida, si la usa.
-
Agrega los ingredientes secos: en otro tazón, combina la harina de arroz, la maicena, el polvo para hornear, la sal y la canela. Agrega poco a poco esta mezcla a la mezcla líquida mientras bates para evitar grumos.
-
Armar el pastel: Agrega las rodajas de manzana a la masa y mezcla suavemente para cubrirlas bien. Vierte todo en el molde preparado, alisando ligeramente la superficie.
-
Cocinar: Hornee durante 35 a 40 minutos, o hasta que la parte superior esté ligeramente dorada y la punta de un cuchillo insertado en el centro salga limpia.
-
Enfriamiento: Dejar enfriar antes de desmoldar. Lo ideal es disfrutar este pastel a temperatura ambiente o ligeramente frío.
Nota
Puedes decorar esta tarta con una bola de helado de vainilla.