El Pan de Pascua es un pastel tradicional chileno que se come durante las fiestas de fin de año, particularmente en Navidad. Inspirado en el pan de jengibre, este rico pastel está aromatizado con canela, clavo y nuez moscada, y está cargado de frutos secos y nueces. Esta versión sin gluten permite saborear toda la calidez y aromas de este postre emblemático sin renunciar a una dieta adecuada. Suave y delicioso, Pan de Pascua es perfecto para compartir el espíritu navideño chileno.
Ingredientes
Preparación
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Macerar frutos secos: Si quieres un toque de ron o brandy, macera los frutos secos en alcohol durante al menos una hora. Escurrirlas antes de incorporarlas a la masa.
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Prepare la mezcla seca: en un bol, combine la harina de arroz, la maicena, la goma xantana, el polvo para hornear, el bicarbonato de sodio, la canela, el clavo y la nuez moscada. Tamiza bien la mezcla para evitar grumos y asegúrate de que las especias queden bien distribuidas.
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Batir la mantequilla y el azúcar: En otro bol grande, batir la mantequilla blanda y el azúcar moreno hasta que quede cremoso. Agrega los huevos uno a uno, mezclando bien entre cada adición. Luego agrega el extracto de vainilla.
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Incorpora los ingredientes secos y la leche: Agrega poco a poco la mezcla de harina y especias a la preparación húmeda, alternando con la leche. Mezclar hasta obtener una pasta homogénea.
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Agrega los frutos secos y las nueces: Incorpora suavemente a la masa los frutos secos macerados y las nueces trituradas. Mezcle lo suficiente para distribuir uniformemente los ingredientes.
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Cocinar Pan de Pascua: Precalienta tu horno a 160°C. Vierte la masa en un molde para pastel untado con mantequilla y enharinado con harina de arroz. Hornee durante unos 50 a 60 minutos, o hasta que al insertar un palillo en el centro, éste salga limpio. Hice 15 mini “pan de Pascua”, usando moldes para muffins de silicona, 3/4 de su capacidad.
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Reposando y disfrutando: Deja enfriar el bizcocho en el molde durante 10 minutos, luego desmoldalo y deja enfriar completamente sobre una rejilla. Lo ideal es disfrutar el Pan de Pascua después de unos días de descanso, ya que los sabores se desarrollan y se vuelven aún más intensos. Puedes guardarlos en un recipiente hermético para que no se sequen.