Costa Rica
Costa Rica Sin clasificar

Costa Rica, un viaje a la naturaleza.

Pura Vida, la expresión que resume el estilo de vida costarricense.

Cuando aún era estudiante, tuve la oportunidad de pasar varios meses en Costa Rica para realizar una pasantía en una empresa productora y exportadora de plantas tropicales. Este país, conocido por su excepcional biodiversidad y cálida cultura, fue el escenario ideal para combinar trabajo y descubrimiento. Durante esta estancia tuve la oportunidad de vivir en el corazón de la vida local, alojándome con una familia en Palmares, un encantador pueblo enclavado en las montañas, no lejos de San José, la capital donde aterricé. Pura Vida es una frase que escucharás todos los días y simplemente responderás a Pura Vida.

Vivir en Palmares: una auténtica inmersión cultural

Palmares es un pequeño y pintoresco pueblo que me ofreció una inmersión total en la cultura costarricense. La familia que me recibió fue increíblemente generosa, compartiendo no solo su techo sino también sus tradiciones, su cocina y sus historias. Esta vida cotidiana me permitió descubrir la verdadera alma de Costa Rica, lejos de las rutas turísticas, y apreciar cada momento vivido en esta comunidad. La naturaleza era magnífica y regularmente me encontraba con flores magníficas (tienen más de 1400 especies) y pájaros coloridos.

La organización de las comidas es bastante aleatoria. Una de las pocas comidas que se hacían en familia era la comida del domingo donde estaba invitada toda la familia (desde nietos hasta abuelos, tíos y tías. El resto de la semana, en la cocina, siempre había una olla llena de arroz y plátanos y todos se servían cuando tenían hambre.

También recuerdo que una noche ya había cenado y alguien vino a buscarme y me dijo que íbamos a un restaurante: bueno, lo hice liviano: un ceviche costarricense y un pastel de tres leches como entrante. ¡postre!

También asistí a un funeral: a diferencia de nuestra cultura, todo el mundo se viste de manera colorida para transmitir alegría y no tristeza. El funeral se desarrolla con música y muchas sonrisas.

Explorando el Volcán Arenal

Durante mi estancia pude visitar el Volcán Arenal. Ubicado en el Parque Nacional Arenal, este majestuoso volcán está rodeado de una densa selva tropical y lleno de senderos que ofrecen panoramas espectaculares. Tuve la oportunidad de ver paisajes impresionantes y relajarme en las aguas termales naturales que se dice que tienen propiedades calmantes. Fue un maravilloso momento de conexión con la naturaleza.

La magia de la puesta de tortugas

Otro punto destacado de mi viaje fue observar las tortugas anidando en la costa. Ver a estas antiguas criaturas marinas emerger del océano para poner sus huevos en la arena es un espectáculo cautivador y conmovedor. Este evento, que se desarrolla principalmente de noche, ofrece una lección de resiliencia y continuidad de vida que no deja indiferente a nadie. Ser testigo de este fenómeno natural reforzó mi respeto por la preservación del medio ambiente, un aspecto esencial de la cultura costarricense. Lamentablemente no pude tomar fotos el día de la colocación, porque nos fuimos muy rápido, dejando ropa y cámaras en la oficina. Mantendré estos recuerdos en lo más profundo de mi memoria.

Conclusión: una experiencia transformadora

Mi pasantía en Costa Rica y la vida en Palmares fue mucho más que una simple experiencia profesional. Me permitieron descubrir la belleza de un país donde la naturaleza, la cultura y la cálida acogida de los habitantes se mezclan armoniosamente. Cada momento que pasé explorando Costa Rica, ya sea en la base del Volcán Arenal, en la playa observando tortugas, en las montañas y la exuberante selva de Palmares, ha enriquecido mi vida y traído nuevas perspectivas.

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