Tenerife: ¡entre la sorpresa y la aventura!
Unos años después de visitar Lanzarote y Fuerteventura, pusimos rumbo a Tenerife. Cuando empezamos a planificar nuestro viaje, teníamos en mente un poco de esta imagen cliché: la isla ultraturística con sus playas abarrotadas y hoteles con todo incluido. ¡Pero estábamos muy equivocados! Tenerife es mucho más que eso. Descubrimos una isla salvaje, llena de paisajes impresionantes y caminatas locas. ¡Vamos, te lo cuento todo!
Llegada y descubrimiento del norte.
Aterrizamos en el aeropuerto del sur de Tenerife, el “Reina Sofía”. Tomamos la carretera hacia Santa Cruz de Tenerife donde habíamos reservado nuestras primeras tres noches. Esta ciudad es el punto de partida ideal para explorar todo el norte de la isla. En el camino visitamos Guimar y sus pirámides, luego Candelaria, una ciudad llena de historia.
Primer favorito: el parque rural de Anaga . Guau. Montañas escarpadas, senderos escondidos y un bosque casi encantado. Es salvaje, es verde, es mágico. Parecía que estábamos en otro mundo. Nos tomamos el tiempo para hacer nuestra primera caminata, solo para perdernos en la naturaleza, pero pensé que iba a perder a mi esposo: 10 km, 900 metros de desnivel, menos de 35 grados a pleno sol. Afortunadamente, a la vuelta encontramos un buen restaurante y sobre todo una magnífica playa de arena negra, lugar frecuentado por surfistas.
Luego, exploramos el encantador pueblo de La Orotava con sus casas coloridas y sus típicos balcones de madera. ¡Siempre viene bien sumergirse un poco en la historia de la isla!
Una escala en La Laguna
Y luego, no podíamos perdernos La Laguna . Es una ciudad que tiene ese pequeño lado colonial que te transporta al pasado. Las calles adoquinadas, las casas de colores pastel y las iglesias históricas son verdaderamente las favoritas. Nos encantó pasear por el centro histórico, catalogado como patrimonio de la UNESCO, y pasear por sus animadas calles peatonales. Es el lugar perfecto para relajarse en una terraza, disfrutar de un café y observar la vida local. Y además: ¡es una ciudad súper auténtica y mucho menos turística que Santa Cruz!
Charcos: un baño como ningún otro
Nuestros momentos favoritos en el norte son nuestros baños en las piscinas naturales, los charcos. Cabe destacar el charco de la Laja. El agua de mar llena estas piscinas volcánicas y todos nos divertimos buceando y chapoteando.
Luego parada en Garachico , para admirar este pintoresco pueblo del siglo XVII y sobre todo almorzar junto a las piscinas naturales.
Rumbo a Los Gigantes
Después de nuestras tres noches en Santa Cruz, tomamos el camino hacia Los Gigantes para el resto de la aventura. Allí nos quedamos tres noches para explorar el sur y el oeste de la isla. Los Gigantes es muy turístico pero un poco alejado de Playa de Américas, donde se concentran todos los todo incluido. acantilados de Los Gigantes ya son espectaculares. Paredes de roca gigantes que se hunden en el océano, pero sobre todo, nos pasaron a una habitación con una magnífica terraza con jacuzzi y vista a los acantilados.
El majestuoso Teide y el fin del mundo
Imposible perderse el imperdible Teide . Lamentablemente no pudimos subir en teleférico hasta la base del cráter debido al viento. Pero pudimos hacer muchas caminatas por los alrededores y los paisajes eran suntuosos.
De camino a Punta del Teno , debíamos tomar la famosa y sinuosa carretera de Masca . Sinceramente, al principio fue un poco estresante. Una carretera estrecha, con curvas muy cerradas y vistas vertiginosas de las gargantas... ¡Un auténtico reto! Pero vaya recompensa una vez llegas: Punta del Teno es un lugar atemporal con un antiguo faro y unas vistas increíbles al océano. Realmente nos sentimos como si estuviéramos en el fin del mundo, lejos de todo. Cada vez nos sorprendió lo variada que puede ser Tenerife.
Explora el sur y el sureste
Finalmente, nos tomamos el tiempo para descubrir el sur y sureste de la isla. Playas más soleadas, como Tejita o el Arco de Arico. Realmente es la otra cara de Tenerife, lejos del bullicio turístico que tanto temíamos.
Reseña de este viaje familiar
Tenerife fue un viaje maravilloso. Nos fuimos con algunos temores, pero volvimos con la cabeza llena de recuerdos, entre caminatas, paisajes increíbles y baños únicos. Si todavía tienes dudas sobre visitar esta isla, hazlo. Lejos de los clichés, ¡Tenerife tiene algo para sorprenderte!
Entonces, ¿estás listo para embarcarte en una aventura canaria? 😊