El vínculo entre el consumo de gluten y los problemas articulares, aunque menos conocido, ha sido objeto de varios estudios, particularmente en lo que se refiere a afecciones inflamatorias como la artritis. Algunas investigaciones han sugerido que para las personas sensibles al gluten, el consumo de este artículo podría contribuir al dolor y la inflamación de las articulaciones.
1. Gluten y artritis :
Para las personas con enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide, se ha demostrado que la ingestión de gluten exacerba los síntomas. Un estudio publicado en Rheumatology International (2014) encontró que las personas con artritis reumatoide que seguían una dieta sin gluten reportaron una reducción del dolor y la inflamación de las articulaciones. De hecho, en algunos casos, el gluten podría provocar una respuesta inmunitaria que afecte no sólo a los intestinos, sino también a las articulaciones.
2. Artritis relacionada con la enfermedad celíaca :
También existe un vínculo documentado entre la enfermedad celíaca y el dolor articular. La enfermedad celíaca, que provoca una respuesta inmune al consumo de gluten, puede provocar síntomas que se extienden más allá del sistema digestivo, incluidos dolores articulares y musculares. Un estudio publicado en Arthritis & Rheumatology (2015) demostró que las personas con enfermedad celíaca no diagnosticada o no tratada tienen más probabilidades de experimentar dolor en las articulaciones. Una vez que estos pacientes siguen una dieta sin gluten, el dolor en las articulaciones suele disminuir significativamente.
3. Sensibilidad al gluten no celiaca :
Incluso sin haber sido diagnosticadas con enfermedad celíaca, algunas personas sensibles al gluten pueden experimentar síntomas en las articulaciones. Según un estudio publicado en BMC Medicine (2014), algunos pacientes con sensibilidad no celíaca refieren dolor articular como uno de los síntomas clave, además de problemas digestivos.
En resumen, aunque el impacto del gluten en los problemas articulares varía de persona a persona, existe evidencia de que en algunos individuos, particularmente aquellos con enfermedades inflamatorias o autoinmunes, el consumo de gluten puede empeorar la inflamación y el dolor articular.
