El gluten, un conjunto de proteínas que se encuentran en cereales como el trigo, el centeno y la cebada, está en el centro de muchos debates sobre la salud. Si bien la mayoría de personas lo tolera bien, algunas sufren intolerancias o enfermedades relacionadas con su consumo.
Una de las afecciones más graves asociadas al gluten es la enfermedad celíaca, una enfermedad autoinmune que afecta aproximadamente al 1% de la población mundial. Según un estudio publicado en The Lancet (2012), las personas celíacas experimentan inflamación del intestino delgado en respuesta a la ingestión de gluten, lo que provoca síntomas como dolor abdominal, diarrea y desnutrición. La única solución es una dieta estrictamente libre de gluten.
El gluten también puede desencadenar sensibilidad no celíaca, afectando al 6% de la población mundial, según un estudio de BMC Medicine (2014). Aunque esta afección no causa daño intestinal como la enfermedad celíaca, aún causa dolor gastrointestinal, dolores de cabeza y fatiga.
Además, investigaciones recientes han explorado el vínculo potencial entre el gluten y las enfermedades inflamatorias. Un estudio publicado en Gastroenterología (2019) demostró que algunas personas con enfermedades inflamatorias crónicas, como la artritis reumatoide, pueden ver sus síntomas exacerbados por el consumo de gluten. Sin embargo, se necesita más investigación para confirmar estos resultados y comprender los mecanismos subyacentes.
Sin embargo, para la mayoría de la población, eliminar el gluten sin motivos médicos puede no aportar ningún beneficio. Un estudio publicado en The American Journal of Clinical Nutrition (2017) destaca que una dieta sin gluten, a menudo baja en fibra y nutrientes, puede aumentar el riesgo de enfermedad cardiovascular.
En conclusión, el gluten sólo supone un problema de salud para determinadas personas sensibles o con enfermedades específicas. Para el resto de la población, una dieta equilibrada que incluya gluten no presenta ningún riesgo, y seguir una dieta sin gluten sin necesidad podría incluso perjudicar la salud.
Referencias:
- Fasano, A. et al., "Enfermedad celíaca". La Lanceta , 2012.
- Sapone, A. et al., "Sensibilidad al gluten no celíaca". Medicina BMC , 2014.
- Lebwohl, B. et al., "Gluten dietético y riesgo de enfermedad coronaria". Revista Estadounidense de Nutrición Clínica , 2017.
- Gastroenterología , 2019, “El gluten y las enfermedades inflamatorias: una revisión de los vínculos potenciales”.