Historia y cultura:
Bélgica es un pequeño país en el corazón de Europa, marcado por la confluencia de diversas identidades culturales. Entre Flandes, de habla neerlandesa, Valonia, de habla francesa, y la región bilingüe de Bruselas, el país es rico en influencias. Bélgica tiene una historia ligada al comercio, las artes y la arquitectura medieval. Sus ciudades son vibrantes, acogedoras y a menudo giran en torno a la convivencia: animados cafés, mercadillos navideños, plazas históricas y fiestas locales. El espíritu belga se caracteriza por el humor, la sencillez y el placer de la buena comida, sin pretensiones.
Gastronomía tradicional y opciones sin gluten
: La cocina belga se caracteriza por sus platos contundentes y reconfortantes: carbonada flamenca , stoemp , waterzooi ( , mejillones con patatas fritas y, por supuesto, los famosos gofres . Muchos platos tradicionales se basan en ingredientes sencillos: patatas, verduras guisadas, mantequilla, cerveza y carnes estofadas. Para una dieta sin gluten, es importante revisar las salsas, los rebozados y las cervezas, pero cada vez más restaurantes ofrecen alternativas. Los mejillones con patatas fritas , los guisos , las sopas caseras , los quesos y los platos al vapor suelen ser fáciles de adaptar. Además, las panaderías especializadas en productos sin gluten están en auge en Bruselas, Amberes y Lieja.
Destinos imprescindibles
: Bélgica ofrece una gran variedad de paisajes y ambientes a pocas horas en coche. Bruselas cautiva con su Grand-Place , su barrio de museos y sus edificios modernistas. Brujas, conocida como la «Venecia del Norte», seduce con sus canales, calles empedradas y fachadas medievales. Gante y Amberes combinan dinamismo artístico con patrimonio histórico. En Valonia, las Ardenas invitan a practicar senderismo y explorar sus pueblos de piedra. Por último, la costa belga, con sus extensas playas y encantadores pueblos costeros, es ideal para respirar la brisa marina.

