Me sobró masa quebrada al hacer una quiche, así que decidí hacer tartaletas. En mi nevera encontré lo que buscaba: higos, gorgonzola, jamón curado y albahaca. El toque rústico de la masa quebrada de trigo sarraceno combinaba a la perfección con cada ingrediente, y la albahaca añadida después del horneado le da un toque fresco y aromático. Estas tartaletas son ideales como entrante, acompañadas de una ensalada o incluso para un bufé. Son fáciles de preparar y tienen un toque elegante. Sin gluten, por supuesto, son aptas para todos y sorprenden por su originalidad. Se pueden comer calientes o frías, según el gusto y la ocasión. Una receta que demuestra que la sencillez y el capricho van de la mano. ¡Anímate!
Si tienes tiempo no dudes en hacer esta masa quebrada , está deliciosa.