La tarta Sacher, un icono vienés, es un delicioso pastel de chocolate elaborado con una base de bizcocho, una fina capa de mermelada de albaricoque y un glaseado brillante. Este elegante postre fue creado en 1832 por Frank Sacher para el Príncipe de Metternich. En su versión sin gluten, conserva todo su rico sabor a chocolate y es apta para personas con intolerancia al gluten. Es perfecta para un cumpleaños o una comida con amigos.
Preparación del bizcocho: Precalienta el horno a 160°C y forra un molde redondo (de unos 22 cm) con papel de horno o una fuente de horno untada con mantequilla. Derretir el chocolate con la mantequilla al baño María y mezclar hasta que quede suave. Batir las yemas con la mitad del azúcar hasta que la mezcla blanquee, luego añadir el chocolate derretido.
Batir las claras a punto de nieve con una pizca de sal y luego añadir poco a poco el resto del azúcar. Incorpora suavemente un primer tercio a la mezcla con una Maryse o una cuchara de madera, luego incorpora el resto de las claras y la harina de almendras poco a poco y mezcla suavemente. Coloca la masa en el molde y hornea por 50 minutos. Dejar enfriar antes de desmoldar.
Montaje: Si el bizcocho ha subido demasiado no dudes en cortar la parte superior para que quede una superficie plana. Luego cortamos el bizcocho en dos discos. Extienda una fina capa de mermelada de albaricoque en el disco inferior y luego cubra con el disco superior.
Mantén tu tarta Sacher fría, pero sácala 30 minutos antes de servirla para disfrutarla plenamente.
Este bizcocho se sirve tradicionalmente con una cucharada de nata montada.