El pastel de piña invertido es un clásico caribeño. Su particularidad: la piña caramelizada en el fondo del molde, que se convierte en una hermosa decoración al voltearlo. Esta sin gluten conserva la ligereza del suave bizcocho, a la vez que es accesible para personas con intolerancias y quienes se preocupan por su alimentación. Un toque de nuez moscada para quienes la disfrutan y un toque de ron que evoca el ambiente festivo de las islas. Este postre es fácil de preparar y perfecto para una merienda en familia o con amigos. A principios de otoño, este postre nos ofrece un pequeño viaje bajo el sol tropical.