La fístula hepática, apodada "lengua de buey" por su forma característica, es un hongo silvestre de pulpa firme y jugosa, ideal para sustituir la carne en un guiso. De hecho, al cortarla, desprende un líquido rojizo... A falta de un hongo durante mi paseo por el bosque, encontré uno magnífico y especialmente joven. Este hongo se puede comer crudo, en tartar, pero yo opté por cocerlo a fuego lento. Su sabor es ligeramente ácido, similar al del tomate y la carne roja. Es fácil de preparar (aún hay que encontrarlo) y puede gustar tanto a los amantes de la cocina vegetariana como a los curiosos en busca de nuevos sabores del bosque. La cocción lenta produce una textura que se deshace en la boca y un caldo con hierbas y verduras. Servido caliente con arroz, quinoa o patatas al vapor, este plato podría gustarte. Además de sabroso, es rico en fibra y antioxidantes. Es perfecto para una comida de otoño o invierno. Aquí tienes la receta paso a paso de este guiso de lengua de ternera... ¡versión con champiñones!