Las islas flotantes son un postre clásico francés. Son preciosas y ligeras, y consisten en claras de huevo batidas, escalfadas suavemente y colocadas sobre una crema pastelera suave. Sobre todo, es un postre naturalmente sin gluten. Nos encanta el contraste entre la ligereza de las claras y la cremosidad de la crema. Es un recuerdo de la infancia porque mi madre las hacía muy a menudo, y aunque lleva un poco de tiempo, siguen siendo fáciles de hacer. Las claras de huevo recién escalfadas conservan toda su ligereza. La crema pastelera, con sabor a vainilla, le da el toque dulce perfecto. Se puede preparar con antelación y conservar refrigerado. Un chorrito de caramelo líquido (normalmente casero) vertido en el último momento, unas almendras laminadas para decorar, y el postre está listo para disfrutar. Una receta que se ha transmitido de generación en generación y sigue deleitando a grandes y pequeños.
Calentar la leche con la vaina de vainilla abierta y raspada.
Vierta la leche caliente sobre las yemas mientras bate, luego baje el fuego sin que hierva. Remueva hasta obtener una crema que cubra la cuchara.
Forme albóndigas grandes y cocínelas durante 1 minuto por cada lado en una olla con agua hirviendo. Escurra.
Calentar a fuego medio sin revolver (puedes inclinar la sartén suavemente si es necesario).
Sirve las claras de huevo poché sobre las natillas frías. Agrega un chorrito de caramelo justo antes de servir. También puedes decorar con almendras fileteadas.Consejo: Puedes guardar el caramelo en un frasco hermético en el refrigerador durante 2 a 3 semanas .