Las brochetas de pollo satay son un alimento básico de la calle en el sudeste asiático, particularmente en Indonesia, Malasia y Tailandia. Se trata de tiernos trozos de pollo marinados y asados en brochetas, acompañados de una deliciosa salsa de maní. Esta versión sin gluten respeta los sabores auténticos. Esto es siempre lo que pedía mi hijo menor cuando vivíamos en Singapur y, a veces, almorzábamos los fines de semana en un patio de comidas. Es una receta fácil de preparar e ideal para una comida en convivencia.
En un tazón, combine el ajo, la salsa tamari, el aceite de sésamo, el jugo de limón, la cúrcuma, el comino, el ají, la sal y la pimienta. Agregue los trozos de pollo y mezcle bien para cubrir. Cubra y deje marinar en el refrigerador durante al menos 1 hora (o idealmente varias horas).
En una cacerola pequeña, combine todos los ingredientes de la salsa. Calienta a fuego lento, revolviendo hasta que quede suave y cremoso. Ajusta el condimento a tu gusto. Reservar.
Coloca las brochetas de pollo satay en un plato y sírvelas con la salsa de maní. Agregue rodajas de pepino, rodajas de lima, arroz blanco o una ensalada fresca como acompañamiento.