Celebre el Año Nuevo chino con un postre imprescindible: Tāng Yuán (albóndigas) con sésamo negro.
Estas pequeñas bolitas de arroz pegajoso, sumergidas en un caldo ligero y dulce, simbolizan el reencuentro y la armonía familiar. Revisados en una versión sin gluten, estos raviolis dulces son perfectos para acompañar las fiestas con delicadeza y autenticidad.
Sirve los ravioles en su caldo dulce, aún calientes. Este postre ligeramente pegajoso y derretido es ideal para finalizar una comida de Año Nuevo Chino.